Mindfulness es una potente herramienta neurológica que mejora la salud mental de las mujeres profesionales. Empresas de todo el mundo han comprendido los problemas que pueden enfrentar sus empleados y han visto el impacto del mindfulness en su productividad.
En este mundo exigente y acelerado, las mujeres profesionales tienden a hacer malabarismos con múltiples responsabilidades, esforzarse por cumplir altas expectativas en su trabajo y tratar de equilibrar sus vidas personales. Muchos deben cuidar de sus familias, cocinar, ayudar a sus hijos con las tareas y más. La lista de tareas pendientes puede no tener fin.
Las mujeres hacen TODO y más para triunfar en todos los aspectos de sus vidas, llevándolas al límite como si fueran Supermujeres. Pero esta presión innecesaria a la que se someten les lleva a sentirse estrés, ansiedad, depresión, insatisfacción o falta de motivación, por nombrar algunos efectos nocivos para la salud. Pero la fórmula según la cual trabajar demasiado y estar extremadamente ocupado es parte de una vida de éxito está lejos de la verdad. El único resultado válido de esta ecuación es agotamiento.
Según la Asociación Estadounidense de Trastornos de Ansiedad, las mujeres tienen más probabilidades de sufrir de la ansiedad quen hombres, probablemente debido a diferencias en la estructura y la química del cerebro. Por ejemplo, sentirse ansiosa hace que cosas como mantenerse concentrado en una actividad sean un poco más desafiantes, por lo que las mujeres pierden más tiempo realizando actividades y preocupándose más por el futuro. Al mismo tiempo, esto puede hacer que trabajen más horas o asuman cargas de trabajo más pesadas, lo que se convierte en un bucle sin fin en el que salud mental y cuidados personales no tengo lugar.
En este torbellino constante, mujeres profesionales deben entender que deben mantener una vida equilibrada para lograr todas sus metas. No es necesario quemarse para tener éxito, y todo este proceso de comprensión, aceptación, tener un mejor equilibrio trabajo-vida, y ser más productivo se puede mejorar practicando consciencia.
Mindfulness y su impacto en la fuerza laboral
Empecemos por lo básico. De acuerdo a El Instituto de Ciencias Organizacionales y Mindfulness, Mindfulness es una práctica neuronal que modifica conductas y provoca cambios físicos en la estructura y función del cerebro. El mindfulness logra esto creando nuevas redes y patrones que impulsan la positividad en nuestros hábitos y comportamientos.
En palabras simples, nos da la capacidad de estar presentes y conscientes de nuestras emociones y pensamientos. Una vez que somos conscientes de nuestra mente y nuestro cuerpo, podemos responder con facilidad y comprensión en lugar de reaccionar.
Pero el impacto positivo de la atención plena va más allá de la simple estimulación cerebral; tiene un efecto secuencial en nuestra vida. Investigadores de Universidad Johns Hopkins realizaron estudios de mindfulness en 3515 participantes, dando como resultado cambios positivos en relación al estrés, la ansiedad, la depresión y la salud mental en general.
Con prácticas simples como la meditación, mejoramos nuestra mente para replantearla. Por ejemplo, al mejorar la gestión de las emociones, las mujeres profesionales experimentamos menos estrés y, al mismo tiempo, nos permite ser más creativo en nuestro trabajo generando ideas, tomando decisiones importantes o buscando soluciones.
Muchos empresas alrededor del mundo lo han notado y han implementado programas de salud, donde sus empleados practican mindfulness, mejorando su concentración, productividad, manejo del estrés, habilidades para la toma de decisiones, comunicación efectiva y muchas otras como la inteligencia emocional, la compasión y la empatía, habilidades que cada avance mujer líder debería tener.
Estos beneficios también han impactado a esas organizaciones al reducir el ausentismo y la rotación, aumentar la retención de talentos y la innovación, fortalecer el liderazgo, reducir los costos de atención médica y crear un lugar de trabajo con empleados más motivados y comprometidos.
La mejor parte es que todos pueden aprender mindfulness. Sin embargo, para lograr efectos duraderos, la repetición es fundamental.
3 técnicas sencillas para practicar mindfulness
Estar agradecidos
Meditar
Como mencioné antes, la meditación es otra camino poderoso hacia la atención plena y podemos practicarlo en todas partes. Con meditación, podemos calmar nuestros pensamientos acelerados reemplazándolos con la quietud que surge al concentrarnos en elementos específicos, como nuestra respiración o una parte de nuestro cuerpo. Nos permite observarnos a nosotros mismos libres de prejuicios.
Por simple que parezca, este mecanismo reduce los niveles de cortisol y regula nuestra química cerebral general. Entonces si estamos en una ofiCE, tal vez podamos empezar tomándonos unos minutos de descanso para estabilizar nuestra mente y nuestro cuerpo.
La meditación es algo que ya he empezado a practicar, así que estos son mis consejos: siéntate con la espalda recta y las palmas de las manos en las piernas, y asegúrate de estar cómodo para que ninguna parte de tu cuerpo se sienta tensa.
Luego cierra los ojos y respira profundamente, pero hazlo gradualmente desde el estómago, llenándolo hasta llegar a los pulmones. Manténgalo presionado durante un segundo y luego suéltelo. Repítelo durante unos minutos. Te ayudará a crear una rutina y luego podrás ir incrementándola progresivamente.
Establece tus intenciones cada mañana
Es otra cosa que comencé a practicar hace algún tiempo. Cada mañana establecer una intención para nuestros días; podría ser algo simple como “Hoy va a ser un gran día” o “Hoy comenzaré mi día con alegría, así que saludaré a cada persona con una sonrisa”.
De esta manera, entrenamos nuestra mente para ser consciente de ello, haciéndolo activamente mientras creamos nuestra realidad, una mejor manera de abordar nuestra vida interior y exterior. También nos ayudará a tener más control sobre nuestro día, en lugar de que las situaciones de nuestro día nos controlen a nosotros y a nuestras emociones.
La clave es ser conscientes de lo que queremos y ser muy claros al formular la intención.